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Carácter Pastores

La Soberbia: La Marca De Lucifer

14/09/2020

La Soberbia: La Marca De Lucifer

Daniel ha pasado bastante tiempo estudiando las escrituras respecto a este tema tan subyacente en la naturaleza carnal, y nos presenta aquí un estudio rico en la sabiduría bíblica: Si el tronco que une todas las ramas de los pecados es la rebelión, la soberbia, sugiere, es la raíz del árbol! Charla para pastores de Brasil, 7 de Setiembre 2020.

INTRODUCCIÓN

Una alegría poder estar en tantos hogares y lugares por la magia de la tecnología.

Mi charla de hoy trata sobre un tema al que yo llamo “la raíz de todos los demás pecados”: La Soberbia.

Parece mentira que un argentino esté dando este tema a los brasileros, porque una definición breve y sencilla de soberbia, sería decir “que un soberbio es ese argentino que todos llevamos adentro”

Es un tema bastante extenso y solamente voy a referirme a algunos aspectos.

MI HISTORIA

Hace unos dos años y medio, estando en un grupo pequeño de oración con hermanos mayores, uno de ellos leyó, en medio de las oraciones, los cuatro últimos versículos de Daniel capítulo 4.   (pedir que se lea en portugués).

Esta última frase con que termina el capítulo me atravesó, “Él puede humillar a los que andan con soberbia”.

Experimenté algo espiritual. Oí al Señor hablándome a mí. Me di cuenta en medio del encuentro que esa palabra era para mí, porque el Espíritu Santo me lo mostró claramente.

A partir de ahí comencé a estudiar con mucha oración el tema, a investigar y a escribir varios apuntes.

Así, encontré el tema de la soberbia por toda la Escritura, tanto el AT. como el NT.

Las Escrituras están llenas de advertencias y enseñanzas que apuntan a eliminar esa raíz de pecado que contamina el alma y la comunión con el cuerpo de Cristo.

Parte de esos apuntes son los que voy a compartir hoy con ustedes.

SINÓNIMOS DE SOBERBIA QUE APARECEN EN LAS ESCRITURAS.

a.- La palabra Soberbia, tanto en el hebreo como en el griego tienen como raíz la palabra “altivez, mirar desde arriba, sentirse superior, etc.”

b.- Algunas veces se traduce (en castellano) como:

ALTIVEZ               PRESUMIR

ORGULLO             ENSOBERBECERSE

ARROGANCIA      JACTARSE

VANIDAD              VANAGLORIA

1.- FUE EL PECADO DE SATANÁS

Hay dos pasajes que explican en parte la caída de Satanás, y los ángeles arrastrados con él.   Ezq 28.1-19; Is 14. 1-23

(Leer: Ezq 28.2, 6, 12, 14, 15, 17) (Is 14.12-15).

SATANÁS.

LO BUENO:      El Lucero de la mañana, lleno de luz, el sello de la perfección, lleno de sabiduría y acabado de hermosura. Querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios.  Perfecto en todos sus caminos desde el día que fuiste creado.

LO MALO:        Hasta que se halló en ti maldad. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor y has puesto tu corazón como corazón de Dios. Fuiste lleno de iniquidad, y pecaste. A causa de tu sabiduría multiplicaste tus riquezas y se ha enaltecido tu corazón.

Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.

Dijiste: Yo soy un dios, en el trono de Dios estoy sentado,

LA ACCIÓN DE DIOS:     Descendió al Seol tu soberbia. Caíste del cielo. Cortado fuiste por tierra. Derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.

Por cuanto pusiste tu corazón como corazón de Dios, al sepulcro descenderás y morirás con la muerte de los que mueren en medio de los mares, espanto serás, y para siempre dejarás de ser.

La soberbia es querer ser como Dios.

2.- FUE LA SEMILLA QUE SEMBRÓ EN EL HOMBRE.

“Seréis como dioses, sabiendo el bien y el mal”, fue la razón que les llevó a desobedecer a Dios.

A causa de su soberbia, Satanás fue echado a la tierra y sembró esa semilla en el corazón del hombre.

Y es la razón que lleva al hombre caído a una constante lucha para alcanzar la superioridad y el dominio sobre sus semejantes.

Esta raíz está en todos nosotros.  La soberbia es querer ser como Dios.  Y este mismo espíritu se estableció también en la iglesia, y me atrevo a decir, después de tres años de estudiar el tema, que donde más se encuentra en la iglesia es en el corazón de los pastores.

3.- EL ÁRBOL DEL PECADO.

Cuando queremos hacer un gráfico que represente al hombre pecador, dibujamos un árbol con el tronco, las ramas y el fruto.

Decimos que el tronco es la REBELIÓN, y las RAMAS los diferentes pecados.

Pero yo descubro que la raíz del árbol es la SOBERBIA. De allí sale todo.

Salmo 19.13 “Preserva también a tu siervo de las soberbias; que no se enseñoreen de mí: entonces seré íntegro, y estaré limpios de gran rebelión”

La soberbia rompe con nuestra integridad y produce en nosotros rebelión.

Y la falta de integridad y la rebelión produce el pecado.

4.- DICC. DE LA REAL ACADEMÍA ESPAÑOLA

Además de definir “Soberbia” con sinónimos (altivez, orgullo, arrogancia, etc.)

Características de una persona soberbia:

  • Continuamente está hablando de los éxitos alcanzados, que son reales, concretamente dentro de su profesión.
  • Tiene una necesidad, a veces enfermiza de recibir halagos y se rodea de personas que le alaban y resaltan lo bueno que él hace, las cualidades que tiene y los éxitos que está consiguiendo.
  • El soberbio necesita tener el control de cualquier situación donde esté involucrado.
  • Nunca reconoce sus errores y no acepta críticas. Si alguien le realiza una observación o corrección, su manera de defenderse es atacando.
  • Disfruta cuando sus “adversarios” experimentan el fracaso y sufre con el éxito de otras personas.
  • El soberbio se siente superior y más importante que el prójimo, a quien minimiza para ensalzarse a sí mismo.

5.- VOLVIENDO A NABUCODONOSOR.

(El hombre más orgulloso que encuentro en la Biblia).

Relato:    Daniel le interpreta un sueño terrible. Tan terrible que no se atreve a decirle.

Al final como introducción a la interpretación le dice: “señor mío el sueño sea para tus enemigos, y no para los que mal te quieren”. (cada una lea Daniel 4)

Al final de la interpretación, Daniel, sin que el rey se lo pida, le da un consejo. Básicamente que se humille por si Dios tuviere misericordia con él.

Soberbia: Nabucodonosor no escuchó el consejo, ni le importó.

El soberbio se vuelve una persona a la que no se le puede enseñar. No recibe consejo.

Todo lo sabe. Todo lo cuestiona. Como se cree superior a los demás, no tiene porqué sujetarse. Es sabio en su propia opinión.

Al año de este episodio, Nabucodonosor paseando por el palacio, habló así: ¿no es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?

Soberbia: Todo el éxito se lo atribuye a sí mismo. No tiene en cuenta a Dios. Exalta su persona.  El soberbio se jacta de sus éxitos (que son reales) menospreciando a los demás, y no reconociendo a Dios.

Cuántos grupos familiares tengo. Cuántos pastores están conmigo. Cuántas ciudades dependen de mí.

Este hermano anda tan mal porque no fue edificado en uno de nuestros grupos.

Somos la zona que más crecemos.

Melquisedec, rey de Salem, sale al encuentro a recibir a Abram después de derrotar a sus enemigos y al saludarlo le recuerda: …bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tus manos…

(Abram, no te vas a creer que fuiste vos el obtuvo la victoria).

El apóstol Pablo nos vuelve a decir hoy: …no ensoberbeciéndose unos contra otros. Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?

San Francisco de Asís oraba de esta manera: “Señor, si me concedes alguna gracia, algún don, guárdamelo tú, no sea que yo lo robe”.

“El hombre espiritual dominado por la soberbia es un ladrón, porque roba, no bienes materiales sino la gloria de Dios”.

Hermanos, todo viene de Dios. Si Dios nos concede llevar a uno o a cien a Cristo, es porque él es el dador de la vida.  

Si nos concede ayudar a diez o mil discípulos, es porque el Espíritu Santo está presente usándonos para su gloria.

Jesús nos dice: “Cuando hayan hecho todo lo que os ha sido ordenado, digan: Siervos inútiles somos, porque lo que teníamos que hacer, hicimos”.

Las disciplinas cristianas que logramos muchas veces son motivo de soberbia.

La parábola del fariseo y el publicano. (Lc 18.9-14) fue dicha por Jesús “a unos que

confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros.

¡SOBERBIA, y más SOBERBIA!!!

El fariseo, orando consigo mismo, daba gracias a Dios diciendo, no soy como los otros hombres: ladrones, adúlteros, injustos. No soy como este publicano.

Ayuno dos veces a la semana, doy diezmo de todo lo que gano. Era todo verdad, pero era todo ¡SOBERBIA!

Jesús dijo que el publicano salió justificado y el fariseo no, porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.

Y vuelve a decir lo mismo dos veces más en el NT. referido a otras parábolas.

Testimonio personal: seis meses antes de morir Iván Baker. “Tené cuidado porque si te aplauden aquí en la tierra y no te aplauden cuando llegás al cielo, estás en un gran problema-

6.-  VIVIR SIN DIOS

Otra manifestación de la soberbia y la altivez en la iglesia, es pretender vivir sin Dios.

Amamos a Dios, cantamos y alabamos en los encuentros, oramos, etc., pero manejamos nuestras vidas según nuestros propios planes y conveniencia.

Santiago (Tiago) 4.13-17    Habla de aquellos que hacen planes sin tener a Dios en cuenta. Sin decir “si Dios quiere”. Y finaliza diciendo: Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias.

Hay más de 100 versículos en las Escrituras que tratan el tema de la soberbia. En cada uno hay una descripción de esta actitud y una advertencia o una sentencia de Dios en contra.

7.- COMO MIRA DIOS AL SOBERBIO.                    

Sgo 4.6 / 1P 5.5    “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”

Hermanos, amados, de todo lo que vengo diciendo, que es una parte solamente del tema, esto último es lo más importante.

Resistir significa literalmente, según el diccionario griego, “oponerse, ponerse en contra, hace resistencia, mirar de lejos, desaprobar”

La soberbia no solo nos separa de Dios, mucho peor, pone a Dios en contra nuestro.

Toda obra espiritual que hagamos con soberbia no tiene la bendición de Dios sino la oposición. Perdemos su presencia y compañía.

Por otro lado, la humildad hace habitar en nosotros la presencia de Dios,

Is 57.15 el Señor dice: Yo habito en la altura y en la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.

Sl 138.6 ..Jehová…atiende al humilde, más al altivo mira de lejos.

Is 66.2  …miraré al que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra..

Dios da gracia a los humildes.

Gracia es la influencia divina sobre el corazón que se refleja en la vida y merece la aprobación, la ayuda y la fortaleza de Dios.

Hermanos si hay algo que necesitamos desesperadamente para servir a Dios y hacer su obra, es su gracia, su aprobación y su presencia.

La soberbia genera en nosotros rebelión y desobediencia, aunque estemos en su viña trabajando para él.

A veces cuando las cosas comienzan a andar mal oramos a Dios. Pero…

“No se puede ganar con oración, lo que se pierde por desobediencia”.

8.- JESÚS NUESTRO EJEMPLO

El antídoto contra la soberbia es la humildad.

Mt.11.28 Aprenden de mí, que soy manso y humilde de corazón.

De 378 mandamientos (didake) de Jesús que aparecen en el NT solo este pide que aprendamos de él. La humildad. Esto es porque con un corazón humilde podemos cumplir los otro 377. Todo el Sermón del Monte es un tratado divino contra la soberbia y hacia la humildad.

Dios no nos manda a “NO SER SOBERBIOS”, sino que nos manda a ser humildes

La humildad es el antídoto contra la soberbia.

Jesús hizo el camino exactamente al revés de satanás, siendo Dios se hizo hombre y estando en la condición de hombre se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz.

Solo vamos a lograr la victoria contra ese espíritu satánico que habita en nuestro viejo hombre, si reconocemos que tenemos ese problema.

La humildad es la virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades, y en obrar de acuerdo con este conocimiento de uno mismo.

Miqueas 6.8 “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”.

La soberbia nos vuelve injustos, insensibles, amarnos a nosotros mismos y no a la misericordia.

Nos hace independientes, no nos deja ver la necesidad desesperante que tenemos de depender del cuerpo, de sujetarnos a otros, de no buscar el primer lugar, de no amar ser alabado o reconocido sino asociándonos con los humildes.

La soberbia en el cuerpo de Cristo es como un cáncer, pero en los hombres que fueron llamados a servir al cuerpo a través de sus ministerios, es la muerte segura.

Todos decimos que queremos ser humildes, pero ninguno quiere ser humillado.

Aprendamos de Jesús, vivamos para ser como él, seamos los primeros en vivir para que el propósito eterno se cumpla. “Puestos los ojos en Jesús el Autor y consumador de la fe”.

Tito 1.7 Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios, no soberbio…

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