El bautismo del Espíritu Santo es un don de Dios para llevarnos más cerca de Dios, para vencer frente a las situaciones que se nos oponen, para ser usados en la edificación de otros, y para recibir un celo evangelístico. Dios manda este bautismo para darnos poder para hacer la tarea que él mismo nos encomienda. San Miguel 21 de Junio 2014.
Suguiendo las pisadas de Cristo