Las Escrituras nos hablan de una iglesia una iglesia santa, sin defecto, pura, consagrada enteramente a su Señor. Ante esta imagen, una pregunta atraviesa mi corazón: ¿Glorifica mi vida a Cristo? ¿Cuál es mi condición espiritual hoy? ¿Qué medida de la estatura de la plenitud de Cristo he alcanzado? Buenos Aires, 21 de Junio 2025.
Suguiendo las pisadas de Cristo