La vida cristiana conlleva una gradualidad en la relación con Dios, que Mario divide aquí en tres etapas. Comienza en una niñez de un niño que se sienta en la mesa y es servido todo el tiempo, y en la madurez, termina en la ministración al Señor. Retiro de Jóvenes, Cacheuta, Mendoza, 12/1/2015.
(El video estará disponible en breve)