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Coyunturas Y Ligamentos, Ivan Baker.

10/05/2014

Coyunturas Y Ligamentos, Ivan Baker.

Mis pensamientos están volcados a: ¿Qué es una iglesia sin coyunturas y ligamentos? ¡El contraste es tremendo!  Sin coyunturas y ligamentos cada uno está libre de andar según su propio criterio. Nadie recibe realmente la ayuda que necesita para toda su vida espiritual; primeramente para entender la palabra de Dios. Cada uno entiende según su propio juicio y de sus limitaciones personales.

El ministerio eficaz proviene de consultar continuamente, de compartir, escuchar razones, explicar, convivir y relacionarse con otra vida.

Una vida con todo lo que tiene, necesidades, virtudes, dones y toda su fuerza espiritual se une a otra que está dotada de los mismos atributos, pero con ángulos distintos, con profundidades diferentes. Lo que es fuerte para uno, es débil para otro; lo que uno entiende el otro no lo entiende, pero al compartir hacen que fluya el río de vida, el río de gracia, de sabiduría y de entendimiento.

 

Todo esto es posible a través de dos vidas que se unen y fluyen juntas.

 

Es como la teoría de Pascal: ¿Cómo podemos hacer que estanques que tienen diferentes niveles alcancen el mismo nivel? Colocamos un caño bien abajo conectando todos los estanques y así el agua busca su nivel en cada uno.

 

El que no tiene recibe, el que tiene da y todos quedan nivelados. ¿Por qué? Porque tienen una conexión. Esta conexión significa estar relacionado, compartir juntos y tener intercambio constante. Cada uno compartiendo con otro lo que está faltando. Vidas que estén juntas, vidas conectadas por el amor de Cristo.

 

Una corriente vital y celestial corre a través de los miembros del cuerpo. La diferencia entre los estanques y las vidas, es que Dios no quiere nivelar cada uno a la mitad, o con un poco, sino que quiere llenar todos los recipientes.

 

Pascal habla de una conexión y la teoría nos muestra lo indispensable para la conexión: “La fuente es Cristo”; lo que fluye en nosotros es Él y su plenitud nos llena a todos; Él nos da gracia sobre gracia.

 

Nadie está completo en sí mismo, todos somos vulnerables.; todos somos buenos en algunos aspectos y limitados en otros; tenemos muchas virtudes y fallas, aciertos y errores. Yo no soy totalmente capaz de entender todo lo que tengo. Necesito mirarme a través de mi hermano, necesito compartir con él la gracia que tengo y la gracia que él tiene; compartir el conocimiento que tengo con el conocimiento que él tiene; los dones que el Señor me concedió a mí y los dones que el Señor le concedió a él.

 

Se entiende que tendremos relacionamiento hombres con hombres y mujeres con mujeres.

 

Los ministerios específicos fueron puestos “para”… si estudiamos bien la frase veremos que fueron puestos para relacionar correctamente los santos y para el servicio de ellos mismos. Quiere decir que el relacionarlos es parte de la obra de los ministerios específicos. El objetivo es la edificación del cuerpo de Cristo, por eso, es imposible edificar el cuerpo de Jesús sin unirlo a través de coyunturas y ligamentos.

 

El crecimiento viene por la intercomunicación de los miembros, por el fluir de la gracia que cada miembro recibió y que pasa para otro y viceversa, dando y recibiendo, enseñando y siendo enseñado, corrigiendo y siendo corregido, animando y siendo animando, amando y siendo amado, consolando y siendo consolado, entendiendo y explicando, recibiendo y compartiendo.

 

Compartiendo gozo, paz, sabiduría, entendimiento, corrección, revelación, advertencia, control, honra, consuelo.

 

Lo que involucra todo, y que es la base fundamental para vivir en el Reino de Dios y que Dios estableció, son los relacionamientos de amor entre los miembros que se ayudan mutuamente según la operación propia de cada miembro.

 

Esto es, según el don de cada uno, según la medida de gracia, según lo que cada uno ha recibido de Dios.

 

Todo este ministerio, toda esta ayuda, toda esta corrección, todo este fluir de este río de amor nos hace fuertes, sabios y santos. Establece, orienta, pone fundamentos, santifica, guarda, impulsa, enseña y corrige.

 

La razón por la cual todo esto sucede es porque nos colocamos donde Dios nos quiere, es decir, relacionados.